¿POLITIQUERIA EN LA UIS?

La reelección del rector de la Universidad Industrial de Santander, UIS, tuvo un sabor amargo para el Gobernador del departamento Horacio Serpa Uribe, quien se sintió como un "convidado de piedra" a una elección que desde el día anterior había sido decidida.

Como en los mejores tiempos de lo que los políticos llaman "la manzanilla", todos los integrantes del Consejo Superior del Alma Mater, menos la representante de los estudiantes y el propio mandatario de los santandereanos, aseguraron la reeleección en una reunión celebrada el lunes 18 de mayo, un día antes de la elección "oficial", donde a espaldas de Serpa Uribe se tomó la decisión.

El Consejo Superior de la Universidad Industrial de Santander determinó por siete votos a favor y dos en blanco designar para el próximo período al actual rector Jaime Alberto Camacho Pico. El gobernador de Santander, Horacio Serpa Uribe, manifestó su inconformismo por las circunstancias en que se realizó la elección, ignorando sus argumentos frente al proceso.

“Cuando iba a empezar la reunión del Consejo Superior fui informado por el señor viceministro de Educación, representante de la ministra de Educación en el Consejo, de que la noche anterior se había hecho una reunión en la que la mayoría de los miembros del Consejo habían decidido respaldar al Dr. Jaime Camacho. Ya se habían constituido unas mayorías a su favor y eso no dio lugar a lo que yo aspiraba y era que se hiciera un análisis a fondo de la situación de la Universidad, de su futuro y de las circunstancias que giraron alrededor de la escogencia del nuevo rector…Me siento bastante desilusionado por la forma descomedida como la mayoría de los miembros del Consejo Superior trataron al gobernador de Santander, absolutamente ignorado…Ser un convidado de piedra, ese papel si no me lo merezco”, aseveró el mandatario Departamental.

El Gobernador lamentó que la mayoría de la colectividad no le hubiese dado la oportunidad, en su calidad de presidente del Consejo Superior, de analizar sus argumentaciones al respecto y dijo que evaluaría su futura presencia en el órgano universitario.

“Se hizo caso omiso a la opinión del gobernador. Yo pienso que merezco algo más que una notificación de que ya hay unas mayorías para definir al rector de la universidad. No es una forma de tratar a un gobernante ni de ser consecuente con un comportamiento que ha sido transparente, claro y que ha buscado en todo momento el mejor interés para la universidad”, acotó. Sin embargo, aseguró que la institución educativa cuenta con su respaldo.

¿Y LAS EXPLICACIONES?

Al margen de la reelección, el rector Camacho Pico, aún debe explicaciones serias y argumentadas en torno a la llamada de un supuesto delincuente sucedida a mediados del 2007 y por darles a los periodistas de Teleuis, funciones de inteligencia.

La llamada debe ser investigada penal y disciplinariamente y el tema de los periodistas debe discutirse públicamente para evitar que decisiones administrativas pongan en peligro la vida de los comunicadores y violen flagrantemente la ética y los derechos humanos de estas personas.

La aplastante maquinaria de las mayorías no legítima al rector y menos lo exime de sus responsabilidades disciplinarias, penales, administrativas y éticas, si las hubiere.

Obviamente los Consejeros Superiores de la UIS, que reeligieron a Camacho Pico, deben dar una explicación pública de su decisión donde también manifiesten con argumentos serios y convincentes (no frases de cajón sin validez alguna) la llamada del presunto delincuente y la supuesta sobrelimitación de funciones con los periodistas, porque si apoyaron al rector es porque están convencidos de su inocencia, de lo contrario podrían ser "presuntos" o "posibles" encubridores y estar cohonestando con lo que sucede (Cohonestar, según la Real Academia Española significa: Dar apariencia de justa o razonable a una acción que no lo es).

Por ahora y apegados a las leyes colombianas, presumimos de la inocencia del Rector Jaime Alberto Camacho Pico. La ley divina y la propia conciencia de Camacho Pico serán sus implacables jueces, quienes lo absolverán o le estarán recordando de por vida que es mejor andar siempre con la verdad por delante, aunque la espalda se moleste un poco.